Retomamos el camino en el Alto del León, lugar donde la tormenta nos retiro ayer. Comenzamos con viento frío y una niebla que nos acompañó durante toda la jornada. Pronto llegamos a Cabeza Lijar, lugar en que deberíamos haber dormido la noche anterior. El ritmo fue bueno, y pasamos por los refugios de Salamanca y La Naranjera y el Alto de San Juan. La niebla nos impide ver la cruz del Valle de los Caídos, antes de llegar a la cumbre de Abantos. El descenso es dificil, debido a una gran granizada que nos caló todo el material.
La jornada ha sido buena, porque hemos recuperado el retraso de ayer, pero la lluvia puede ser un gran problema, especialmente si se mojan la tienda y los sacos de dormir y la ropa.
Esperemos que mañana la lluvia nos respete un poco más, aunque las predicciones no son buenas.
A esta etapa le tenemos especial cariño.
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